Uno de los retos más grandes que tenemos cuando estamos comenzando un nuevo negocio, es crear la marca que lo va a representar.
Muchos cometen el error de subestimar la importancia del rol que juega la marca en el éxito o fracaso de un proyecto.
La marca es aquello que la hace diferente del resto de negocios similares, es lo que la identifica en su entorno, la forma en como es percibida por los demás.
No es muy distinta de una persona.
Una marca es percibida por sus atributos intangibles: debe tener personalidad, creencias, valores, un determinado tono de voz, un propósito.
Pero también es percibida por sus atributos tangibles o visuales: un nombre, colores, tipografías elementos gráficos que la hacen única.
Es en estos atributos que vamos a centrarnos el día de hoy: la identidad visual de una marca.
La identidad visual de tu marca y tu sitio web
Uno de los primeros lugares a donde los consumidores se dirigen cuando están en búsqueda de respuestas es Internet, por eso es fundamental que tu sitio web proyecte la imagen correcta.
La identidad visual de la marca y el diseño web van de la mano.
Tu sitio web necesita ser coherente con tu identidad de marca y viceversa.
El reto más grande para todo el que tiene una web, es retener la atención de sus visitantes y motivarlos a interactuar.
Un error muy común entre emprendedores, profesionales y pequeños empresarios es subestimar el impacto que tiene la identidad visual de la marca, en el éxito o fracaso de su estrategia de negocio.
Pensar que la identidad visual se trata únicamente de tener un logo, puede costar mucho:
- La marca puede atraer a menos prospectos con una identidad visual débil.
- Puede comunicar un mensaje inconsistente con su propuesta de valor.
Hay un fundamento psicológico detrás de los colores alegres en marcas infantiles, o verdes en marcas ecológicas, por ejemplo.
- Puedes invertir energía, tiempo y dinero en un sitio web que de manera subconsciente aleje a sus visitantes.
Mi recomendación es que antes de encargar el diseño de tu sitio web, hagas un alto estratégico.
Mira bien si los elementos tangibles e intangibles de tu marca, realmente proyectaran la imagen que quieres, para atraer a tu cliente ideal.